Es habitual encontrarme dentro y fuera de consulta con personas que se quejan de situaciones muy incómodas en los que «la cabeza les supera» o que «la cabeza es mi peor enemigo». Se encuentran con grandes dificultades para tener silencio mental y cuando más se evidencia es a las noches al intentar dormir. En este artículo vamos a hablar de los bucles mentales, de cómo señalarlos y de estrategias para aprender a salir de ellos.

¿Qué son los bucles mentales?

Los bucles mentales son pensamientos descontrolados que se caracterizan por ir acompañados de fantasías dramáticas donde la situación real o imaginaria de la que se trata va acompañada de un sesgo negativo. No se ve, no se encuentra ni se espera solución alguna y esto puede provocar ansiedad, frustración e irritabilidad. Los bucles mentales son aquellos pensamientos que de manera involuntaria aparecen repetitivamente, marcando un patrón que se conoce como «la pescadilla que se muerde la cola» ya que producen conductas y sintomatología que nos hace sentir atrapados sin salida. Con tanto malestar y descontrol, es habitual tener dificultades para conciliar el sueño y sensación de desconcentración habitual.

¿Qué puedo hacer con el bucle mental?

Los estudios avalan que la mejor estrategia para recuperar el control de los pensamientos y romper el bucle consiste en trabajar y aprender técnicas relacionadas con el manejo del estrés, manejo de los pensamientos y técnicas que ayuden a adquirir una atención plena.

Trabajos enfocados a la autorrealización y el desarrollo personal permiten, en un entorno seguro y terapéutico, poder colocar todos los elementos relacionados con el bucle mental encima de la mesa. Al respetar como base principal la relación terapéutica, el espacio en terapia se convierte el lugar idóneo donde, desde la aceptación incondicional, podamos poner nombre a todas las emociones y pensamientos que forman parte del bucle mental.

Adquirir la capacidad de volver a conectar mente-cuerpo te ayudará a poder experimentar el aquí y ahora y así recuperar el autocontrol y llegar al autoconocimiento profundo.

Conclusión

Cuando caemos en un bucle mental nos vemos perdidos, desorientados y sufriendo. El bucle mental se puede alargar en el tiempo y esto puede provocar preocupación porque tiene consecuencias directas en nuestro día a día y en nuestro entorno más cercano. Continuar y tratar de que se pase por arte de magia puede resultar agotador física y mentalmente. Conocer su origen, ponerle nombre, saber por qué y para qué aparecen tus bucles mentales te ayudará a ganar fuerza y romper con el malestar. Si no sabes si es el momento de acudir a terapia te recomiendo leer la entrada de blog sobre «¿Cuándo debería ir a psicoterapia?» haciendo click aquí.

Bibliografía

Ramírez, G. R. (2023). La práctica de meditación zen como instrumento preparatorio para la psicoterapia (Doctoral dissertation, UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO).

Tobar, R. T., Gutierrez, E. G., Ocampo, A. N., & Ortiz, H. V. (2020). Rumiación cognitiva y psicopatologías externalizantes: una revisión sistemática. Revista Iberoamericana de Psicología: Ciencia y Tecnología13(2), 124-134.

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