¿Sabías que el 15 de junio se conmemora el Día Internacional de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez?
Desde Centro de Psicoterapia Krabelin en Pamplona, queremos aportar una mirada profunda y compasiva a esta realidad, desde una perspectiva de psicología humanista integrativa.

Y es que es una realidad que muchas veces pasa desapercibida… no por falta de amor, sino por falta de conciencia. Porque el maltrato a las personas mayores no siempre es evidente. No siempre es intencionado. Y no siempre se reconoce como tal.

Muchas veces, quienes cuidan están dando lo mejor de sí. Pero el ritmo, la carga, la falta de apoyo o de recursos emocionales pueden hacer que ciertas actitudes, aunque bienintencionadas, terminen generando sufrimiento o desconexión.

No se trata de culpabilizar, sino de comprender.
De abrir una puerta a mirarnos con honestidad y preguntarnos:

¿Estoy cuidando con presencia? ¿Estoy dejando espacio para su voz? ¿Puedo hacerlo de una forma más respetuosa, más amorosa?

¿Qué es el maltrato a las personas mayores?

El maltrato en la vejez puede tomar muchas formas: físicas, emocionales, económicas o incluso simbólicas. A menudo, no se detecta porque se esconde en gestos cotidianos como:

  • No escuchar su opinión.
  • Tratarles como si fueran niños.
  • Imponer decisiones sin preguntar.
  • Hacerles sentir que estorban o que ya no son útiles.

Estos actos, aunque no siempre intencionados, pueden causar un profundo impacto emocional y deteriorar su salud mental y física.

¿Y si sin querer estamos ejerciendo maltrato?

Cuando escuchamos la palabra maltrato, es fácil pensar en imágenes extremas: agresiones físicas, abandono total, insultos. Pero el maltrato a las personas mayores no siempre es así de evidente, ni siempre es intencional.

Hay formas de maltrato que ocurren desde el automatismo, la prisa, el cansancio o incluso el deseo de proteger, pero que igualmente pueden generar daño.

Por ejemplo:

  • Hablar por ellos cuando alguien les pregunta.
  • Decidir sin consultar, «porque así se hace más rápido».
  • Corregirles constantemente cuando repiten algo o se equivocan.
  • Hacer que sus días giren solo en torno a necesidades físicas, sin tener en cuenta su mundo emocional.

Muchas veces, estos gestos nacen desde el afecto o desde el deseo de cuidar bien, pero terminan anulando su voz, su autonomía y su dignidad.

No nombramos esto para señalar a nadie, sino para invitar a una toma de conciencia amorosa y respetuosa. Porque sabemos que muchas personas que cuidan lo hacen con todo el corazón, pero no siempre han tenido referentes o acompañamiento emocional para hacerlo de otro modo.

No estás haciendo algo mal a propósito. Pero quizá hay cosas que se puedan hacer mejor.
Y ese pequeño cambio puede transformar la vida emocional de una persona mayor… y también la tuya.

Hablar de maltrato no es culpar: es abrir una oportunidad de ver, comprender y elegir diferente.

¿Cómo prevenir el maltrato en la vejez?

Sí entendemos que la clave está en reconocer a la persona mayor como sujeto activo, con historia, emociones y deseo tendremos una gran parte del camino recorrido.
Desde la psicoterapia humanista integrativa, promovemos una relación basada en la presencia, la escucha y el respeto mutuo.

La presencia también es cuidado

Muchas veces asociamos “cuidar” con hacer: preparar comidas, llevar a una cita, vigilar la medicación…
Pero desde una mirada humanista, cuidar también es estar verdaderamente presentes.

La forma en la que estamos con el otro importa tanto como lo que hacemos por él.

Cuidar no es solo hacer, también es estar. Estar presentes es:

  • Escuchar sin prisa ni juicio.
  • Acompañar sin invadir.
  • Mirar sin querer corregir.
  • Validar lo que el otro siente sin necesidad de resolverlo.

Es importante estar con atención, con escucha y con respeto. Una presencia auténtica puede ser profundamente reparadora, porque el otro se siente visto, reconocido, no como una carga, sino como alguien digno de atención por quien es.

En psicoterapia decimos que el cuidado comienza en cómo te miro, no solo en lo que hago por ti.

¿Por qué es importante hablar de buen trato en la vejez?

Porque nuestra cultura tiende a idealizar la juventud y la productividad, y muchas veces invisibiliza a quienes ya no encajan en ese modelo.
El buen trato empieza en la mirada: cuando dejamos de ver a la persona mayor como una carga o una obligación, y volvemos a verla como alguien que sigue teniendo historia, deseo y necesidad de vínculo.

Este 15 de junio, te invito a detenerte, a mirar de verdad y a preguntarte:

  • ¿Qué necesita esta persona que quizá no estoy viendo?
  • ¿Cómo puedo acompañarla sin invadir?
  • ¿Qué gestos pequeños pueden marcar la diferencia?

En Centro de Psicoterapia Krabelin, acompañamos procesos de envejecimiento desde una mirada respetuosa, cálida e integrativa.
Creamos espacios donde las personas mayores —y sus familias— puedan expresar, sanar, recolocar el pasado y vivir el presente con dignidad y sentido.

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